¿Abandonamos el pañal?
Cuando hablamos de la acción de quitar el pañal nos vienen a la cabeza diferentes interrogantes.
¿Qué significa quitar el pañal? ¿Quién lo hace, la persona adulta o lo hacen los propios párvulos? ¿Por qué es tan necesario esperar a que sea el momento indicado? ¿Cuando está preparado para hacer este proceso de abandono del pañal?
La acción de quitar el pañal se produce en el momento que ayudas y acompañas a cambiar el pañal, pero no para referirnos al proceso de abandono del pañal. ¿»Sacamos el pañal» o es el párvulo quien «deja el pañal»?
Debemos saber que no hay un momento concreto para hacerlo desde la visión de la persona adulta, sino que son lo propios niños y niñas los que, a partir de su desarrollo madurativo y neurológico, gestionaran este proceso. Por lo tanto, la familia no es quien debe decidir cuando, según sus necesidades y los párvulos deben vivir una etapa de felicidad que le debe ofrecer satisfacción, sensación de placer y de hacerse mayor.
Es un proceso que requiere de tiempo y calma. Saber esperar como personas adultas a que sean los y las más pequeñas quienes decidan hará que este proceso fluya solo. De una manera natural, sabrá gestionar ir solo al baño.
GANAS Y MOTIVACIÓN PARA ABANDONAR EL PAÑAL
Las ganas y motivación son una parte muy importante de este momento y si el adulto precipita esta decisión se puede convertir en un aprendizaje de prueba-error en el que el pequeño no sea capaz de «hacer» aquello que se le pide, provocándole frustración o angustia por no poder cumplir las expectativas del adulto.
Por su parte, la familia también puede sentir que es un proceso duro y amargo, pues no acaba de conseguir el objetivo que se había marcado.
Es importante que en este proceso de abandono del pañal, el párvulo se encuentre bien emocionalmente y con confianza. Mostrará una serie de señales que le irán indicando el momento de ofrecerle ir al lavabo. Debemos recordar que es él quien debe decidir. Si no muestra interés o no tiene ganas de hacerlo, es mejor dejarlo estar.
EL ACOMPAÑAMIENTO
Será fundamental el papel de la persona adulta durante este proceso, guiando, acompañando y ofreciendo la disponibilidad de un espacio adecuado y preparado para los niños y niñas, así como la utilización de ropa cómoda que fomentará su autonomía.
El refuerzo positivo y el modo en que actúa el adulto son una parte muy importante para los ellos en la evolución de su proceso. Transmitiendo calma, tranquilidad, dándole tiempo y respetando su ritmo les ayudaremos a sentirse acompañados y acompañadas en este camino.
Es importante recordar que a veces este proceso requiere de cierto tiempo y que, por mucho que las personas adultas queramos acelerarlo, no lo conseguiremos antes. Se trata de una maduración fisiológica y neurológica que se da a diferentes ritmos en cada niño y niña.
¿A una oruga, pensáis que gritándole se convertirá antes en mariposa? Debemos darles tiempo y tener paciencia para esperar a que sean los y las más pequeñas las que vayan indicando el camino.
SEÑALES DE QUE HA LLEGADO EL MOMENTO
Hay diferentes señales, gestuales o orales, que los párvulos muestran antes de abandonar el pañal. Van adquiriendo la conciencia corporal suficiente para saber si tienen el pañal mojado, si identifican el momento que van a hacer pipi y si reconocen la señal y son capaces de retener y llegar al váter.
Adelantarnos a estas señales para que llegue la fecha de los dos años, el inicio de P3, la llegada del buen tiempo… no ayuda al párvulo en este proceso de abandono del pañal. La edad es una fecha orientativa y no debe verse como el momento en que la familia debe plantearse el inicio de este proceso.
Cada niño y niña es único y tiene un ritmo y un proceso de maduración diferente. Es necesario observar a los párvulos para ver qué señales muestran y valorar si es el momento de iniciar este proceso de abandono.
«La posibilidad de establecer una auto regulación al propio ritmo, sin la coerción de la persona adulta, preserva a los niños y las niñas de trastornos considerables a corto o largo plazo» -Myrtha Chokler
UNA VEZ HECHO EL CAMBIO
Una vez se ha alcanzado este proceso surgen dudas, como si poner o no el pañal durante el descanso. Siempre debemos hablar con los niños, saber qué quieren hacer y entender cómo se sentirán en ese momento. Debemos respetar esa decisión; aunque el pañal esté seco, tal vez necesitará más tiempo para acabar abandonándolo.
Algunos niños y niñas, a pesar de haber alcanzado el proceso de abandono del pañal, por diferentes circunstancias pueden hacer una regresión y pedir que se lo volvamos a poner. Como personas adultas debemos respetar esta decisión y ponérselo de nuevo, mostrando confianza en su decisión. Cuando vuelva a llegar el momento, nos lo harán saber, sólo es cuestión de tiempo.
¿De qué hablamos cuando coloquialmente decimos «quitar los pañales»? Nos lo explica el equipo educativo de l’EBM Pam i Pipa