¿Qué podemos hacer en casa, con niños y niñas de 0-3 años?
En estos días de confinamiento, y con el cierre de las escuelas, los niños y niñas han visto cómo ha cambiado su rutina diaria y han pasado a quedarse en casa muchas horas al día.
Los adultos, como referentes, debemos transmitirles seguridad, reduciendo los posibles miedos, poniendo nombre a sus emociones e intentando responder de manera clara a todo lo que nos pregunten.
Hemos de establecer rutinas, con horarios para levantarnos, para ir a dormir o para hacer las diferentes comidas. Y reforzar, aún más, los hábitos de higiene y protección.
Una de las preguntas que más se ha formulado estos días es qué podemos hacer con niños tan pequeños tantas horas en casa. A continuación, os ofrecemos algunas orientaciones.
PROPUESTAS EN CASA PARA NIÑOS Y NIÑAS DE 0-3 AÑOS
Algunas de las propuestas más interesantes para esta edad son las de movimiento, que son muy fáciles de hacer en casa.
Propuestas en el suelo, si aún no caminan, con materiales que estimulen los sentidos, para favorecer su desplazamiento o, para los más grandes que ya caminan, organizar espacios aprovechando sillas, mesas o cajas, integrando la psicomotricidad en la vida cotidiana de cada hogar.
Otras propuestas sencillas que podemos ofrecer son las de manipulación y experimentación, que les permitirán hacer hipótesis e investigar. Además son muy fáciles de preparar. Solo hará falta una bandeja con una altura suficiente para que no se caiga lo que pongamos dentro, pero lo suficientemente baja para que el niño pueda manipular lo que introduzcamos, como puede ser arena, plantas aromáticas, pieles de naranja, semillas…
También nos pueden ayudar a cuidar las plantas, a cocinar, a poner y quitar la mesa… Podemos construir cabañas, jugar a hacer sombras o simplemente sentarnos y contar un cuento.
Y sobre todo, no debemos tener miedo a que los niños y niñas se aburran, ya que el aburrimiento incrementa la creatividad y la motivación, rompiendo con las propuestas dirigidas y favoreciendo su imaginación.
El aburrimiento estimula la creatividad, la reflexión, la curiosidad y la motivación para emprender nuevos juegos y descubrimientos.