Descripción
Este proyecto pretende que los niños y niñas tengan el derecho y la libertad de preguntarse, de observar, de investigar, de equivocarse, de dialogar, de hacer hipótesis y comprobaciones… Esto es posible gracias a la interacción que el niño hace con el medio natural que le rodea. Jugar a oscuras supone enfrentarse al miedo y al desconcierto. Para jugar a oscurar es necesario CONFIAR en todo lo que nos rodea: compañeros, maestros… el niño debe sentirse seguro. Por eso, el Día Sin Luz nos sirve para que juguemos a oscuras con la mesa de luz, las linternas, comer a la luz de las velas y utilizar otros sentidos, escuchamos tocamos… No hay miedo a la OSCURIDAD si hay confianza y seguridad dentro de la escuela.