La familiarización en las escuelas infantiles, una guía para padres y madres
El proceso de familiarización en las escuelas infantiles es un momento crucial tanto para los niños y niñas como para las familias. El objetivo es que se sientan seguros y cómodos en un nuevo espacio, con nuevos compañeros/as y adultos.
Con la implementación del nuevo currículo educativo, el proceso de familiarización ha adquirido una importancia aún mayor, ya que se reconoce su influencia en el desarrollo emocional y social de los niños y niñas. Es un momento de transición que requiere paciencia y apoyo por parte de todos los implicados.
Por ejemplo, se pone especial énfasis en la seguridad emocional de los más pequeños y cómo una familiarización bien gestionada ayuda a crear un entorno seguro y acogedor donde se sientan protegidos y valorados.
Asimismo, el nuevo currículo reconoce la importancia de la colaboración entre la escuela y la familia y la necesidad de fomentar una comunicación abierta y constante a lo largo de todo el curso.
ROL DE LOS EDUCADORES/AS Y DE LAS FAMILIAS EN EL PROCESO DE FAMILIARIZACIÓN
Los principales implicados en el proceso de familiarización son los educadores/as y las familias de los niños. La colaboración entre ambas partes, así como la buena comunicación durante el proceso, son claves para acompañar a los niños y niñas en esta etapa de transición.
Por parte del equipo educativo, se debe trabajar para crear un entorno acogedor y seguro. Esto incluye el uso de materiales adecuados, la decoración del espacio con elementos familiares y la creación de zonas de juego y descanso.
A su vez, es importante que observen y evalúen constantemente el progreso del grupo en el aula. Esto permite identificar necesidades específicas y ajustar las estrategias según sea necesario.
Las familias, por su parte, deben colaborar para garantizar un periodo de familiarización gradual.
Durante los primeros días, es importante que los niños y niñas asistan a la escuela infantil por períodos cortos de tiempo que se prolonguen progresivamente. Esto les permite conocer el entorno de manera suave y sin estrés.
De igual modo, compartir con el equipo docente información sobre las preferencias, necesidades y progresos de sus hijos ayuda a crear un entorno más personalizado y acogedor.
BENEFICIOS A LARGO PLAZO
Los beneficios de un proceso de familiarización bien gestionado van más allá del período de los primeros días, ya que crea una relación positiva entre los niños y el entorno, estableciendo las bases para una experiencia gratificante.
En este sentido, fomenta la independencia y la autonomía, ayudándolos a desarrollar una confianza sólida en sus capacidades. A su vez, desarrollan un mayor grado de seguridad emocional y habilidades sociales.
3 CONSEJOS PRÁCTICOS PARA PADRES Y MADRES
- Muestra de confianza: Los niños perciben las emociones de sus adultos de referencia. Mostrar confianza y entusiasmo por la guardería puede ayudarles a sentirse más seguros.
- Tiempo de calidad: Dedicar tiempo de calidad fuera del horario escolar ayuda a reforzar el vínculo familiar y a proporcionar un apoyo emocional adicional.
- Paciencia y comprensión: Cada niño es único y puede necesitar más o menos tiempo para adaptarse. Es importante ser paciente y comprensivo durante este período.
Como conclusión, los padres y madres juegan un papel clave en este proceso, trabajando conjuntamente con los educadores para asegurar una transición suave y positiva para los niños. Con estrategias adecuadas y una comunicación eficaz, se puede garantizar que los niños y niñas desarrollen las habilidades emocionales, sociales y cognitivas necesarias para su futuro.
Rosa Garcia Roura. Educadora infantil y miembro del equipo de Comunicación e Innovación Pedagógica de Cavall de Cartró.