El despilfarro alimentario en las escuelas infantiles
El estudio «Global food waste” elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) calcula en 1.300 millones de toneladas los alimentos que se pierden durante el proceso de producción.
El despilfarro alimentario es un problema global contra el cual es posible luchar. También a través de pequeñas iniciativas.
En Cavall de Cartró somos conscientes de esta problemática y que las causas que la provocan son diversas. Por tanto, los proyectos que luchan para revertirla también lo deben ser.
La acción principal para luchar contra el desperdicio alimentario en una escuela infantil es el establecimiento de medidas preventivas asociadas directamente al proceso de producción de los alimentos. Y también en medidas encaminadas a la sensibilización de todo el equipo educativo, el personal de cocina, los niños y niñas, y las familias.
La sensibilización y la educación de los diferentes grupos implicados es vital para poder afrontar el reto con ciertas garantías. Es por ello que todo el mundo es importante y el proyecto que planteamos no puede quedar acotado sólo a las horas de comer.
PEQUEÑAS PROPUESTAS QUE IMPLICAN A TODA LA COMUNIDAD
Por tanto, las propuestas asociadas al proyecto pueden darse en diferentes espacios y con diferentes actores: las salas, el tiempo del comedor, el jardín, la cocina e incluso estableciendo conexiones con el entorno social.
Este entorno está formado por los campesinos y campesinas, granjeros y granjeras o personas que participan en el huerto urbano. En todo el proceso, seguimos un hilo conductor donde se trabajen las diferentes etapas relacionadas con el ciclo de vida de los alimentos: producción, transformación, consumo y residuo.
En las comisiones medioambientales de Cavall de Cartró trabajamos para, a través de la concienciación y de diferentes proyectos, ponernos en el centro y conseguir reducir el despilfarro alimentario que se produce en las escuelas, potenciando el proceso de crecimiento y autosuficiencia de todos y todas.
La lucha contra el despilfarro alimentario implica muchas pequeñas acciones con diferentes actores y espacios. No puede quedar acotada sólo a las horas de comer.